38.

Café Con/suelo

Está todo lleno de cacatúas argentinas. Son hermosas, pero su forma de comunicarse entre ellas, esos chillidos guturales, vienen del infierno. El verde brillante de sus plumas demuestra a simple vista que no pertenecen a este lugar. Son venenosas, dicen, y en sus ojos anida el mal. Hay quien se tapó los oídos para no escucharlas y se ató a un poste en medio del Retiro. Lo encontraron días después, deshidratado y quemado por el sol, rodeado de haces verdes sobrevolándole las partes blandas de la cara. «Son tan hermosas», dijo cuando entre varios hombres lo bajaron y tocó tierra. Sus ojos, antes oscuros, ya eran verdes.

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