En Roberto Bolaño se da la tensión entre el heroísmo de la vanguardia y la carcajada necesaria que lo sigue. Contradicción entre el nihilismo y la esperanza de que la literatura lo pueda todo. Opuestos reconciliados: el gladiador que se da ánimos pensándose invicto, el samurái que se enfrenta a un poder superior sin echarse atrás, la enfermedad y las ganas de seguir, el dejarse morir y la escritura.
Imagen: Dominique González-Foerster, Untittled, 2011. Fotografía de Alejandro García Abreu