11. El niño

Café Con/suelo

Me encontré con un niño que pintaba en una habitación pequeña con forma de esfera cerrada. En una mano llevaba una paleta con machas de colores grandes como cubos, y en la otra un pincel fino que dibujaba trazos de un grosor imposible. El niño deslizaba su bracito con dejadez y pintaba en la pared líneas continuas sin alzar nunca el pincel. Recorría con pintura aquella cúpula integral y diminuta, esa habitación de perspectivas circulares que en un principio era negra y que, poco a poco, progresivamente y sin descanso, se iba tiñendo de colores alegres, diferentes, tonalidades que variaban de un modo extraño sin que las cerdas dejasen nunca de acariciar el muro. Hubo un clímax de colores entrelazados que convivieron un soplo de tiempo con la tiniebla. Vi aquel espacio desde dentro y desde dentro lo vi por fuera, lo pensé como un huevo totalmente esférico o una canica grande que alguna vez encerré en mi puño. Fui consciente de que no había puertas. Vi que el niño se hacía viejo y supe que de algo joven puede nacer algo muy antiguo. Los trazos de colores se enmarañaron y se anudaron entre sí, iluminándose, olvidando en un pasado remoto la definida ausencia de color. Diles que me voy, me dijo, que ya todo es blanco.

 

 

Imagen: Spherical Creation IX, Dario Santacroce, 2015-2016.

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